Siendo tendencia mundial, los jardines verticales aportan no solo belleza a un espacio, sino que también aportan varios aspectos favorables, como por ejemplo, producen de forma natural oxígeno, retienen polvo y agentes contaminantes, mejorando así la calidad del aire; contribuyen a la regulación de la temperatura y absorción de ruidos, generando así un bienestar. 

  El sistema es diseño propio de la empresa, se compone de mallas galvanizadas de

60 cm de ancho por 90 cm de altura, rellenas con sustrato especial, los mismos van montados sobre ménsulas, haciéndolos desmontables para su fácil recambio o mantenimiento.

  Van separados 5 cm de la pared, para así generar un flujo de aire, contribuyendo a la oxigenación de los paneles y evitar la humedad en pared. En interiores es conveniente que realicemos una impermeabilización primeramente.

  El riego es automatizado, programado según las necesidades de cada jardín vertical.

  Al no ser un sistema hidropónico, no dependemos de estar utilizando productos químicos para el crecimiento y además bajar al mínimo el mantenimiento y control del sistema.

  Las plantas son colocadas in-situ, para evitarles el estrés del transporte y manipulación. Los tiempos de instalación son mínimos, ya que tenemos previamente preparados los paneles.

  El diseño y elección de plantas, lo planteamos nosotros, y se hace acorde al lugar a instalar, donde le damos el abanico de posibilidades al cliente de elegir entre ciertas especies, para así poder garantizar nuestros trabajos.